El beso de Judas.
(Gustavo Gili, 1998)
En el mundo contemporáneo las apariencias han sustituido a la realidad. No obstante la fotografía, una tecnología históricamente al servicio de la verdad, sigue ejerciendo una función de mecanismo ortopédico de la conciencia moderna: la cámara no miente, toda fotografía es una evidencia. Critica el autor esta creencia, a partir de vivencias personales y reflexiona sobre aspectos fundamentales de la creación y de la cultura actual.